La oración es una parte importante de la vida de un cristiano. Sin embargo, muchas personas dejan de orar porque no ven los resultados inmediatos. Esto es un error, ya que la oración nos ayuda a estar más cerca de Dios y nos da las fuerzas para seguir adelante.
Si dejamos de orar, perdemos la oportunidad de estar en comunión con Dios. También perdemos la oportunidad de recibir su ayuda y guía.
¿Que perdemos al orar?
Al orar, podemos perder nuestra concentración, nuestra motivación, y nuestra dirección. También podemos perder nuestra fe, nuestra esperanza, y nuestro amor.
¿Cómo se termina de orar?
Orar es una conversación con Dios. Podemos orar en cualquier momento y en cualquier lugar. No necesitamos tener las palabras perfectas o usar una oración específica. Dios nos conoce y nos ama, por lo que podemos hablarle de todo lo que esté en nuestro corazón.
Sin embargo, cuando terminamos de orar, generalmente decimos «Amén». Esta palabra significa «así sea» o «que así sea». Estamos diciendo a Dios que estamos de acuerdo con Su voluntad y que confiamos en que Él hará lo que es mejor para nosotros.
Si dejamos de orar, perdemos la conexión con Dios. Perdemos la oportunidad de hablar con Él y de escuchar lo que Él tiene que decirnos. También perdemos la oportunidad de recibir su ayuda y guía.
Aunque no lo creas, orar tiene muchos beneficios. Al orar, le estás pidiendo a Dios que te guíe y te ayude a tomar las mejores decisiones. También le estás dando gracias por todas las bendiciones que has recibido. Al dejar de orar, estás perdiendo la oportunidad de estar cerca de Dios y de recibir Su ayuda.
