¿Qué pasa cuando uno se aparta del amor de Dios y cae en el pecado?

Desde el momento en que uno acepta a Jesús como su Salvador, es apartado del pecado y amado por Dios. Pero, ¿qué pasa si uno se aleja de Dios y vuelve a caer en el pecado?

La Biblia dice que el pecado separa a las personas de Dios (Isaías 59:2). El pecado es como una barrera entre Dios y nosotros. No podemos acercarnos a Dios cuando estamos llenos de pecado.

El pecado también nos aleja de las bendiciones de Dios. Dios quiere que vivamos una vida plena y abundante, pero el pecado nos impide disfrutar de todo lo que Dios tiene para nosotros.

El pecado también nos causa dolor y sufrimiento. La consecuencia natural del pecado es el dolor y el sufrimiento. El pecado nos roba la felicidad y nos deja llenos de arrepentimiento y vergüenza.

Pero, ¡hay buas noticias! Dios no nos ha abandonado. Aunque hemos fallado, Dios todavía nos ama. Él está esperando que volvamos a Él con todo nuestro corazón. Él perdonará nuestros pecados y nos dará la vida abundante que Él tiene para nosotros.
La Biblia nos enseña que el pecado es la transgresión de la Ley de Dios (1 Juan 3:4). Todos somos pecadores (Rom. 3:23) y, por lo tanto, estamos separados de Dios (Isa. 59:2). Sin embargo, Dios ama al mundo tanto que envió a su Hijo, Jesucristo, para que muriera en nuestro lugar (Juan 3:16). La muerte de Jesús nos da el perdón de nuestros pecados y nos reconcilia con Dios (Efes. 2:16).

Por lo tanto, cuando nos apartamos del amor de Dios y caemos en el pecado, estamos separándonos de Dios. Pero Dios no nos abandona. Siempre está dispuesto a perdonarnos y reconciliarnos con él si nos arrepentimos de nuestros pecados y volvemos a él.

¿Qué pasa cuando uno se separa del amor de Dios y cae en el pecado?

Uno puede caer en el pecado de muchas maneras. Puede ser tentado por el mundo, la carne o el diablo. El mundo puede ofrecer muchas cosas que pueden parecer atractivas, pero que en realidad son pecaminosas. La carne puede ser débil y uno puede ceder a las tentaciones. El diablo puede ser muy persuasivo y puede llevar a uno a hacer cosas que saben que son malas.

Si uno cae en el pecado, está separado de Dios. No puede tener comunión con Dios. No puede disfrutar de la vida eterna. La separación de Dios es una separación eterna.

¿Qué es una persona apartada de Dios?

Una persona apartada de Dios es aquella que no tiene relación con Él, no le reconoce como su Creador y no le obedece. Esto puede ser debido a muchas razones, como el orgullo, el egoísmo, el materialismo o el rechazo a la Verdad. La Biblia dice que la separación de Dios es el peor destino posible, ya que significa la muerte espiritual y eterna.

¿Qué es lo que nos aleja del amor de Dios?

No sabemos lo que nos aleja del amor de Dios, pero podemos darnos cuenta de que nos alejamos de Él cuando dejamos de amar a los demás.

¿Qué hacer cuando caemos en pecado?

Cada persona es responsable de sus propios actos y de sus propias consecuencias. Si caemos en pecado, debemos asumir la responsabilidad de nuestros actos y enmendar nuestros errores. Podemos pedir ayuda a Dios y a los demás, pero debemos estar dispuestos a cambiar y a mejorar.

El Artículo dice:

«Porque apartarse de Dios es pecar, y pecar es alejarse de la vida eterna. La Biblia dice: «El que peca es el que se aparta de Dios; el que se aparta de Dios ya no tiene vida» (1 Juan 5:16).

La vida eterna está en Dios, y apartarse de Dios es apartarse de la vida eterna. El que peca está apartándose de Dios y, por consiguiente, de la vida eterna.

Pero apartarse de Dios no es algo que ocurra de un día para otro. Es un proceso gradual en el que uno se va alejando de Dios poco a poco, hasta que finalmente se aparta por completo.

El resultado de apartarse de Dios es la muerte, tanto espiritual como física. La muerte espiritual es separación de Dios para siempre, y la muerte física es la separación del cuerpo y el alma.

Pero Dios no quiere que nadie muera, ni espiritualmente ni físicamente. Por eso, nos ha dado Su Palabra, que es una luz para nuestro camino, para que podamos volver a Él y así evitar el pecado y la muerte.

La Biblia dice: «Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros» (Malaquías 3:7).

Dios está llamando a todos los que se han apartado de Él, a todos los que han caído en el pecado, a volver a Él. Él no quiere que nadie muera, sino que todos vivan eternamente con Él.

Así que, si tú te has apartado de Dios y has caído en el pecado, vuelve a Él ahora mismo. No esperes a mañana, ni a la semana que viene, ni a un mejor momento. Vuelve a Dios ahora, mientras aún estás a tiempo.

Dios te ama y quiere que vivas eternamente con Él. Por eso, no te apartes más de Él, sino volvamos a Él de todo corazón, y Él nos perdonará y nos dará la vida eterna.»

Si te has apartado de Dios y has caído en el pecado, vuelve a Él ahora mismo. No esperes a mañana, ni a la semana que viene, ni a un mejor momento. Vuelve a Dios ahora, mientras aún estás a tiempo. Dios te ama y quiere que vivas eternamente con Él.
El pecado es un acto de separación de Dios. El pecador se aleja de la luz de Dios y entra en las tinieblas. En el pecado, el hombre pierde la comunión con Dios, lo cual es necesario para la vida y la felicidad. El resultado del pecado es la muerte, la separación eterna de Dios.

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