¿Por qué se enojo Jesús?

Este articulo explora las posibles razones por las cuales Jesús se enojo en varias ocasiones durante su vida y ministerio. A veces, Jesús se enojo porque la gente no entendia su mensaje. Otras veces, se enojo por la injusticia o el pecado que veia a su alrededor. Aunque Jesús era perfecto, era humano también, y sus emociones eran reales. Enojarse no era pecaminoso para Jesús, pero si lo era para la gente a su alrededor. A veces, el enojo de Jesús era una respuesta apropiada a la situación, pero otras veces era el resultado de su propio orgullo o temor.
Jesús se enojó porque la gente no estaba siguiendo sus enseñanzas.

¿Qué molestaba a Jesús?

Jesús era una persona muy molesta. A menudo se quejaba de las cosas que no le gustaban. Se quejaba de la gente que no le trataba bien, de la gente que no le escuchaba, de la gente que no le entendía. También se quejaba de las cosas que le hacían daño. Se quejaba de la injusticia, de la violencia, de la crueldad. A veces, Jesús parecía molesto por todo.

¿Cuándo Jesús se enoja en el templo?

Jesús se enoja en el templo cuando ve que las personas están cometiendo injusticias. Él siente que el templo debe ser un lugar de adoración y respeto, y no un lugar donde la gente vaya a cometer errores. Jesús también se enoja cuando la gente está haciendo negocios en el templo, ya que él piensa que el templo es un lugar sagrado y no debe usarse para ganar dinero.

¿Qué dijo Jesús sobre el enojo?

En Mateo 5:22, Jesús dijo: «Pero yo les digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable ante el tribunal; y cualquiera que diga ‘Raca’ a su hermano, será culpable ante el Consejo; y cualquiera que diga ‘¡Insulto!’ a su hermano, será culpable ante el fuego del infierno.»

En Lucas 6:27-28, Jesús dijo: «Pero a ustedes que me escuchan, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los que los maldicen, oren por los que los insultan. Si alguien te golpea en la mejilla, ofrécele también la otra.»

En Mateo 18:15-17, Jesús dijo: «Si tu hermano peca contra ti, ve y repréndelo estando tú y él solos. Si él te escucha, has ganado a tu hermano. Pero si no te escucha, toma a uno o dos más contigo, para que ‘por boca de dos o tres testigos se establezca toda palabra’. Si él rehúsa escucharlos, díselo a la iglesia; y si tampoco escucha a la iglesia, considéralo como a un gentil y a un publicano.»

En Mateo 5:39, Jesús dijo: «Pero yo les digo: No se resista al que es malo. Al que te golpee en la mejilla, ofrécele también la otra.»

En Lucas 9:51-56, Jesús dijo: «Cuando llegó el tiempo de que él [Jesús] debía ser recibido arriba, resolvió firmemente ir a Jerusalén. Envió mensajeros delante de él, y él mismo fue caminando hacia Jerusalén. Entonces le dijo a uno de ellos: ‘Ve y avisa a esa aldea que yo vengo hacia ella.’ Los discípulos fueron y entraron en la aldea, pero no fueron recibidos. Cuando los habitantes de esa aldea supieron que él venía hacia ellos, salieron a su encuentro y le pidieron que no viniera a su pueblo. Pero él les dijo: ‘Dejen que los muertos entierren a sus muertos, pero ustedes vayan y anuncien el reino de Dios.’ Entonces uno de ellos le dijo: ‘Señor, permíteme ir primero y enterrar a mi padre.’ Pero él le respondió: ‘Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.'»

Jesús enseñó que debemos perdonar a nuestros enemigos, hacer el bien a los que nos odian, y orar por los que nos insultan. También dijo que debemos amar a nuestros enemigos y no resistirnos a los que son malos.

¿Qué dice la Biblia acerca de el enojo?

La Biblia dice mucho acerca de la ira y el enojo. En Mateo 5:22, Jesús dice: «Pero yo les digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable ante el tribunal; y cualquiera que diga ‘Raca’ a su hermano, será culpable ante el Consejo; y cualquiera que diga ‘Insensato’ a su hermano, será culpable de ir a la gehenna de fuego.» Esto nos muestra que la ira es algo que Dios toma muy en serio, y que debemos tratar de evitar enojarnos.

La Biblia también nos dice en Santiago 1:19-20 que «toda persona debe ser pronta para oír, tarda para hablar, tarda para airarse; porque la ira del hombre no produce la justicia de Dios.» Esto nos muestra que debemos controlar nuestra ira, y no dejar que nos domine. Debemos orar y buscar la sabiduría de Dios antes de tomar cualquier acción cuando estamos enojados.

En general, la Biblia nos enseña que debemos tratar de evitar la ira y el enojo. Debemos controlar nuestras emociones, y no dejar que se apoderen de nosotros. Debemos orar y buscar la sabiduría de Dios antes de tomar cualquier acción.

Después de leer este artículo, podemos concluir que Jesús se enojó porque la gente no estaba siguiendo sus enseñanzas. También se enojó porque la gente no estaba haciendo lo que él les pedía.
Jesús se enojó porque la gente no entendía su mensaje.

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