Muchas personas creen que Dios les habla a través de la voz de su conciencia. Otras personas, sin embargo, afirman que Dios les habla directamente, a veces incluso audibly. Estas personas dicen que Dios les habla al oído de una manera que les permite entender Sus mensajes.
Desde mi punto de vista, Dios nos habla al oído de muchas maneras. A veces, puede ser a través de las palabras de otras personas. Otras veces, puede ser a través de la música o la naturaleza. Incluso puede ser a través de un simple pensamiento o una idea que nos viene a la mente. En general, creo que Dios nos habla al oído cuando estamos listos y abiertos a recibir su mensaje.
¿Como sé que es Dios el que me habla?
Desde el momento en que nos convertimos a Cristo, Dios comienza a hablarnos. Él nos habla a través de su Palabra, la Biblia. Nos habla a través de nuestros pensamientos y a veces incluso nos habla a través de otros cristianos. A medida que vamos aprendiendo a conocer a Dios, también aprendemos a reconocer su voz. A veces, Dios nos habla de forma muy clara y directa, como si estuviera hablando con nosotros en persona. Otras veces, su voz es más sutil y tenemos que buscar su significado a través de la oración y la reflexión. No importa cómo Dios nos hable, lo importante es que estemos dispuestos a escucharlo y a obedecerlo.
¿Cuándo cae la noche Dios habla al hombre?
La noche es un momento de introspección y de meditación. Dios habla al hombre en la noche, cuando este está dispuesto a escuchar. La noche es un tiempo de reflexión, de oración y de conexión con lo divino. Dios habla al hombre en la noche para guiarlo, para enseñarle y para ampararlo. La noche es un momento especial en el que Dios se comunica con el hombre y le ofrece su amor y su sabiduría.
Desde el momento en que nacemos, Dios nos habla. A través de nuestras familias, amigos, la naturaleza y las circunstancias de la vida, recibimos mensajes de Dios. A veces estos mensajes son claros y directos, pero a veces son más sutiles. Dios también nos habla a través de nuestros sueños y la intuición. Si estamos atentos, podemos aprender mucho de lo que Dios nos está diciendo.
A veces, cuando estamos orando o reflexionando, podemos sentir que Dios nos habla al oído. Estas son las veces en las que nuestros pensamientos y oraciones se cruzan y nos sentimos como si Dios estuviera hablando directamente a nosotros. A veces estas conversaciones son muy claras, y otras veces son más sutiles. Sin embargo, cuando Dios nos habla al oído, es un momento muy especial y significativo.
