¿Cuál es el corazón que le agrada a Dios?

¿Cuál es el corazón que le agrada a Dios? Esta es una pregunta que muchos se hacen. La Biblia nos dice que Dios es amor (1 Juan 4:8). Él quiere que amemos a nuestros prójimos como a nosotros mismos (Mateo 22:39). Pero, ¿qué significa esto para nuestros corazones? ¿Cómo podemos amar de tal manera? A continuación se presentan cinco maneras en que podemos amar como Dios quiere que amemos.
El corazón que le agrada a Dios es un corazón que está dispuesto a obedecer y seguir Sus mandamientos. También es un corazón que está lleno de amor y compasión, y que busca hacer la voluntad de Dios.

¿Qué es lo que más le agrada a Dios?

Dios quiere que seamos felices. Él nos ama y quiere lo mejor para nosotros. Le agrada que seamos amables, cariñosos y comprensivos. Le agrada que ayudemos a los demás y que tratemos de hacer el bien. Le agrada que nos esforcemos por ser mejores seres humanos.

¿Cómo es el corazón que Dios quiere?

El corazón que Dios quiere es un corazón que está lleno de amor, de misericordia y de perdón. Es un corazón que busca la justicia y la paz, y que está dispuesto a dar lo mejor de sí mismo para ayudar a los demás. Es un corazón que está abierto a la voluntad de Dios y que busca vivir de acuerdo a Sus enseñanzas.

¿Qué debo hacer para tener un corazón conforme al de Dios?

Conformidad es un término clave en la Biblia. Mateo 6:24 nos dice: «Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno, y amará al otro; o estimará al uno, y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas». En otras palabras, nuestro corazón estará dividido entre Dios y el mundo si no estamos dispuestos a renunciar a todo lo que el mundo ofrece.

Salmos 51:10-12 nos dice: «Create en mí, oh Dios, un corazón limpio; y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me deseches de tu presencia, y no quites de mí tu santo Espíritu. Restáurame el gozo de tu salvación, y sustenta con espíritu generoso». Este versículo nos enseña que debemos tener un corazón limpio para poder acercarnos a Dios. Debemos pedirle a Dios que nos ayude a tener un corazón recto, un corazón que sea conforme al suyo.

Desde la perspectiva bíblica, el corazón de una persona es el asiento de sus afectos y de su voluntad. Es lo que dicta lo que hacemos y cómo nos sentimos. Y la Biblia está llena de pasajes que nos instruyen sobre cómo deberíamos cuidar nuestros corazones.
El corazón que le agrada a Dios es aquel que está lleno de amor y de buenas intenciones. Es un corazón que busca hacer el bien y que trata de evitar el mal. Es un corazón que está abierto a Dios y a los demás, y que está dispuesto a recibir Su amor y Su gracia.

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